Roda I está ensamblado por los pagos que ese año han madurado con la sensación de fruta negra. La fruta negra, honda, casi siempre dominada por la ciruela, acompañada de notas minerales, chocolate, sensaciones balsámicas, forman un todo que va fluyendo lentamente desde lo más profundo de la copa hasta hacerse enorme al entrar en la nariz que lo espera.
En boca, el volumen se hace patente, la complejidad frutal envuelve suavemente el espacio bucal notándose los taninos abundantes y fundidos.
El vino se alarga marcando el recuerdo por vía retronasal cada vez que se respira. Perdura una sensación de fruta y de frescura que invita a continuar bebiéndolo.
Elaboración
Fermentación
En tinas de roble, con temperatura controlada.
Crianza
En barricas de roble francés. 50% nuevas y 50% de un vino. 16 meses en barrica y 20 meses en botella.
Una añada excelente, de 568 mm de precipitación durante el ciclo vegetativo.
Las “altas” temperaturas de marzo y abril, provocaron un adelanto de la brotación de 15 días con respecto al año 2010. Durante el mes de julio, las temperaturas descendieron, temperatura media mensual de 19ºC, y las diferencias con respecto al año 2010 se redujeron los meses de verano y las altas temperaturas de agosto y septiembre, unidas a una menor producción en el viñedo, hicieron que la vendimia se adelantase entre 15 y 20 días con respecto al 2010.
Crianza
En barricas de roble francés. 50% nuevas y 50% de un vino. 16 meses en barrica y 20 meses en botella.
Color
Capa alta con fondo rojo oscuro.
Aroma
Tiene una nariz preciosa, intensa, de fruta negra y detalles de rojura.
La ciruela se convierte en protagonista entre las cerezas y las especias dulces. Son oleadas de aromas que suben desde la profundidad dejando recuerdos de tierra y minerales. La madera se adivina, casi imperceptible, entre las especias.
Paladar
Amplia, potente y delicada al mismo tiempo. Muy acogedora y placentera, combinando golosura y frescura.
El tanino es finísimo y se sienten, entre la sedosidad de las ciruelas negras, las notas chocolateadas y el recuerdo del cedro en una caja de puros. Se nota que procede de una añada excelente.